El dolor muscular, la hipersensibilidad emocional, los calambres, el dolor de cabeza y problemas de la orina nos están hablando de desequilibrio con el elemento agua.
El resentimiento, la ansiedad, la aferración, la gastritis, las úlceras, problemas de la piel, nos están hablando de desbalances con el elemento fuego.
Asimismo, los problemas óseos, la rigidez corporal, los cálculos, los conflictos neuronales nos están diciendo que el elemento tierra puede estar en equilibrio.
No me creas nada, pregúntale a tu cuerpo a través de lecturas intuitivas. Cuerpo, que mensaje tienes para mí el día de hoy…. Y aprende a ser testigo de la respuesta (a través de tus dones psíquicos).
Confía en que tú estás hablando con tu cuerpo y que te llenas con amor, para sanarte. Recuerda que estamos sanando también en lo más profundo de tu memoria celular y en el alma.